Tuesday, April 22, 2008

"Alquilo habitación por sexo"

Anotación personal: El mundo es de los espabilados.

http://www.elpais.com/ - REPORTAJE - MARUXA RUIZ DEL ÁRBOL - Madrid - 22/04/2008


Un hombre y una mujer entran en una cafetería. Se miran, se dan dos besos. Se presentan. Son dos desconocidos pero apenas la camarera les pone el café en la mesa comienzan a hablar de sexo.

Él, Pablo, tiene 24 años y ha colocado un anuncio en Internet: "Alquilo habitación a cambio de prestaciones sexuales". Ella tiene 25 y no se llama Sara, pero se hace pasar por ella para conocer la letra pequeña de esta oferta. Es una práctica que ya ha sido detectada en Francia, Italia y EE UU. También aquí en España los portales están repletos de anuncios como éste, aunque la policía nacional no tiene ningún expediente abierto sobre casos similares. "La prostitución en España no está penada, y siempre que ambas partes estén de acuerdo esta práctica no constituye delito", afirma un portavoz de la policía.


Sara ha encontrado la propuesta en el portal http://www.campusanuncios.com/, pero invitaciones de este tipo se encuentran en la mayoría de portales inmobiliarios de la red: loquo.com, habitamos.com, Portal Trovit...


"Hola", escribió Sara a los remitentes de estos anuncios, "estoy buscando piso y me gustaría enterarme de cómo funciona esto. ¿Vives solo? ¿Cuántos años tienes? ¿Sería totalmente gratis?".


Tkd24, madrileño, contesta: "Estoy yo solo y sí, es totalmente gratis, incluso los gastos están incluidos. A cambio tendrías que mantener sexo conmigo (no todos los días, no te preocupes), sabremos encontrar el punto justo".


El sevillano Luis, otro de los ofertantes, es más exigente. Pide algunas referencias antes de entrar en detalles: "Está por La Macarena, zona centro. No tendrías que pagar nada, solamente lo que pido a cambio es sexo. Tengo 30 años y estoy trabajando, pero antes me gustaría que me enviaras unas fotografías tuyas, ya que he recibido algunos e-mails más y tengo que elegir a una de vosotras".


Y Antonio, de Barcelona, contestaba: "El intercambio suele ser por sexo, exhibicionismo, tocamientos, caricias, lo que se pacte. Yo soy una persona respetuosa y me atendré a lo que hayamos pactado".


El correo de Sara se llena en pocos días de las explicaciones que requiere. Pablo es uno de los tres chicos que le envían su teléfono al primer contacto. Ofrece una habitación en el barrio madrileño de Ventas y por un módico precio sexual promete cama y comida. Fruto de una llamada y en menos de 24 horas se encuentran frente a frente, en una cafetería, hablando de sexo... y convivencia.


Él es grande, sonriente y, por valorar su aspecto físico, tiene unos kilos de más. Pero no es la gordura lo que sorprende a Sara, sino su apariencia normal. En el imaginario colectivo de los prejuicios, su aspecto exterior no desvela nada. Podría ser un chico de barrio cualquiera. Su actitud es educada y parece comprensivo con las dudas que muestra su posible inquilina.
"Reconozco que no es una cosa muy normal", afirma Pedro, "yo empecé con esto como una broma pero me escribieron bastantes chicas". Por eso, este encuentro, de ir bien, supondría su segunda experiencia. Con la anterior inquilina, una francesa que vino dos semanas, "todo fue bastante natural". De hecho, "sigo en contacto con ella", comenta. "Esto no es una violación", la tranquiliza. "Cuando a ti te apetezca y a mí me apetezca".


"¿Y qué piensan tus compañeros de piso?". Pablo vive con dos chicos y una chica y dice que ellos no lo saben. "Tú vendrías como una amiga, yo no voy diciendo por ahí que hago esto".

Thursday, April 17, 2008

SURREALISMO TOTAL

La Cope despide a una redactora por homosexual y nacionalista

ANNA FLOTATS - Santiago - 17/04/2008 - EL PAIS ONLINE

La emisora de la Cadena Cope de Santiago ha despedido dos veces a la periodista Isabel Quintairos por estar casada con una mujer y considerarla simpatizante del BNG, según una sentencia judicial. Entre ambos despidos hay nueve meses de diferencia, un juicio y un fallo que da la razón a la trabajadora y obliga a readmitirla.

Quintairos jamás hubiera imaginado que la excedencia que solicitó en 2004 le saldría tan cara.
Tras 20 años en la emisora, propiedad de la Conferencia Episcopal, fue designada asesora técnica de la Diputación de A Coruña, por lo que la cadena le concedió una excedencia forzosa. Durante cuatro años, Isabel ocupó el puesto de responsable de prensa del Grupo Provincial del BNG. Tal concesión, de acuerdo con el convenio colectivo vigente, conllevaba el derecho de reserva de su puesto de trabajo.

En julio de 2007, Quintairos solicitó su regreso.
El director de la emisora en Santiago, Javier Castro, dijo alegrarse de su reincorporación e incluso le dio a escoger la sección en la que le gustaría trabajar. Todo iba según lo previsto, pero en cuestión de horas empezó el suplicio: "¿Los del Bloque no tienen otro puesto para ti?".
El mismo director que la había recibido con los brazos abiertos el día anterior, explicaba ahora a la periodista que no podía reincorporarse porque no había puestos vacantes en la empresa. "Pero yo no necesitaba una vacante, sino que me devolviesen mi puesto", replica Quintairos.

Empieza entonces el proceso judicial. Los abogados de Quintairos presentaron una demanda al Juzgado de lo Social número 2 de Santiago. La Cope no informó a la trabajadora de las causas de su despido, por lo que Quintairos alegó que la decisión estaba motivada por su matrimonio con otra mujer -la línea editorial de la cadena es contraria a la unión entre personas del mismo sexo- y por haber trabajado para un partido de izquierdas y nacionalista.
Eso supone "vulnerar los derechos fundamentales".
La sentencia del juicio reza que "la empresa no fue capaz de acreditar que la no readmisión de Isabel obedecía a las dos causas esgrimidas por su defensa": que se había amortizado su puesto debido a la mala situación económica de la empresa y que la política empresarial obligaba a la no incorporación de las excedencias forzosas.

La jueza condenó a la empresa a readmitir a la trabajadora en el mismo puesto de trabajo y con las mismas condiciones que regían antes de su despido. La Cope recurrió la sentencia, entre otros motivos, por estar dictada en gallego, "una lengua tal vez cooficial o algún dialecto" que los abogados de la cadena no advirtieron desconocer hasta que conocieron el fallo. El Consejo General del Poder Judicial archivó la causa.

El jueves pasado, la Cope readmitió a la trabajadora. "
Pasé siete horas sentada en una silla, en un despacho apartado de la redacción, sin que nadie me asignara una tarea", cuenta Quintairos. Y así estuvo hasta el lunes, cuando el director le entregó una carta de despido "por razones objetivas" -las mismas que la jueza desestimó - y un talón por valor de más de 32.000 euros.
Y vuelta a empezar.
Los abogados de la periodista han solicitado una vez más la ejecución de la sentencia tras lo que califican de "despropósito jurídico y fraude de ley". El Colexio de Xornalistas estudiará una petición de amparo de Quintairos.
Este periódico intentó ayer sin éxito recabar la versión de la Cope en Santiago.

Wednesday, April 02, 2008

Un hombre de Canadá reclama 215.000 euros por haber encontrado un insecto en el agua

Noticia publicada en http://www.lavanguardia.es/ - Anna Solana 02/04/2008 Actualizada a las 02:09h

Una mosca arruina su vida sexual

Waddah Mustapha dice sufrir "depresión, ansiedad, fobias específicas y pensamientos obsesivos" desde que encontró una mosca y media en una botella de agua.

Tampoco ha sido capaz de volver a probar el líquido incoloro y sin sabor. En su lugar, bebe café y zumo. Además, estuvo un tiempo sin poder ducharse, porque no podía evitar pensar en los insectos muertos.

Un cuadro psiquiátrico que, según afirma el hombre, ha arruinado su vida sexual y su negocio de peluquería y estilismo. Por eso, reclama ante la Corte Suprema de Canadá una indemnización de 340.000 dólares (215.000 euros).

El incidente se remonta al 21 de noviembre de 2001.

Según consta en los documentos del caso, Mustapha, que es originario del Líbano y se trasladó a Canadá en 1976, descubrió el insecto y la mitad de otro flotando en el agua cuando iba a reemplazar la botella del dispensador que había contratado a la empresa Culligan of Canada Ltd.

Aunque ni él ni su mujer, entonces embarazada de siete meses, llegaron a beber nada, Mustapha decidió interponer una demanda contra la compañía por los perjuicios que les causó el hallazgo y por lo que consideró "un tema de salud pública". "Todos sabemos que las moscas de este tipo se paran en heces o ratas muertas", declaró hace unos días a la cadena CBC al recordar el caso.

En el 2005, el juez señaló que su reacción era "objetivamente bizarra" pero admitió que el agua embotellada debe asegurar "pureza y limpieza" y condenó a Culligan a pagarle la suma mencionada.

La empresa, como era de esperar, apeló… y ganó.

Su abogado defensor alegó que la reacción del estilista era exagerada, que no había ido al médico hasta un año después y que no había aportado pruebas sobre sus supuestas pérdidas financieras.
Pero Mustapha, que vive en un barrio de clase alta de Ontario, sigue en sus trece. Asegura que ha perdido al menos el 60% de sus clientes porque los antidepresivos que toma no le permiten trabajar con normalidad.

El incidente, para él, es imperdonable. Así que ha hecho llegar el caso hasta la Corte Suprema, que escuchará sus argumentos estos días y se pronunciará sobre el caso en los próximos meses.